Los precios del carbón térmico en China, la segunda economía del mundo, están cerca de sus máximos históricos y la escasez de este combustible, principal fuente de generación de energía, ha provocado un racionamiento de la electricidad en todo el país, paralizando la producción industrial y amenazando su recuperación económica.
Para tratar de remediar la situación, China permitirá que los precios del carbón fluctúen hasta 20% respecto a los niveles básicos, lo que supone un aumento con respecto a los límites anteriores, con el fin de evitar un elevado consumo de energía, informó la cadena estatal CCTV, citando una reunión del Consejo de Estado, o gabinete.
Anteriormente, China había permitido que los precios de la electricidad producida con carbón subieran un 10% y bajaran un 15% respecto a los niveles básicos.
Para las industrias que consumen mucha energía, los precios se determinarán según las transacciones del mercado y no se limitarán a un aumento del 20%, según dijo la CCTV en su noticiario nocturno tras la reunión del Consejo de Estado presidida por el primer ministro Li Keqiang, en la que se discutió la adopción de nuevas medidas para el suministro de energía este invierno.
Las empresas que usen energía de carbón recibirán apoyo para aumentar el suministro de energía y a las que tengan dificultades financieras se les permitirá aplazar el pago de impuestos, según el informe de la CCTV, que añadió que las instituciones financieras deberán atender las solicitudes “razonables” de préstamos de las centrales eléctricas.
Transición verde, en pie
Los problemas energéticos que están afectado a la producción de metales en China, sobre todo en el centro hidroeléctrico de Yunnan, golpeado por la sequía, no disuadirá a la industria de hacer la transición a la energía limpia, dijo a Reuters el director de la asociación de metales no ferrosos del país.
Varias regiones de China, el principal consumidor de metales del mundo, han impuesto restricciones al uso de la electricidad por parte de industrias intensivas en energía, como las fundiciones de aluminio, y el gobierno ha pedido una producción adicional de carbón para ayudar a cubrir el déficit.
Las compañías de metales chinas que están logrando ganancias extraordinarias gracias a los altos precios de los metales este año han aumentado la inversión en áreas como el ahorro de energía y la reducción de emisiones, así como la protección ambiental, agregó Ge, quien se unió a la CNIA a fines de 2019.
Si bien son una bendición para los productores, los altos precios de los metales han lastrado al sector manufacturero chino con costos gigantescos, lo que ha llevado al organismo de reservas estatales del país a vender existencias de cobre, zinc y aluminio por primera vez en más de una década para impulsar el suministro al mercado.
Fuente: Forbes