Desde que la demanda comenzó a disminuir, y las tarifas de flete con ella, las líneas navieras han luchado por replegar suficiente capacidad del mercado para detener esta hemorragia. A medida que se acercaba el Año Nuevo chino, la expectativa era que aprovecharían esto como una oportunidad para cancelar una cantidad sustancial de itinerarios, para controlar el suministro. Sin embargo, esto solo sucedió dentro de las semanas 1 a 3 semanas, previo al Año Nuevo chino; una ventana muy corta para que los expedidores pudiesen planificar adecuadamente las contingencias de la cadena de suministro.
De acuerdo con Sea-Intelligence, esta tendencia parece continuar también en las 8 semanas posteriores a la celebración en China, puesto que la capacidad programada para desplegarse en ese periodo entre Asia y la costa oeste de Norteamérica será de aproximadamente 353.800 TEUs semanales; de 221.700 TEUs semanales en ruta Asia y costa este de Norteamérica y de 314.900 TEUs semanales entre Asia y el norte de Europa. Todas estas cifras son las más altas para dichas rutas y representan un aumento significativo no solo con respecto a 2021 (donde la demanda estaba en auge), sino también un aumento significativo con respecto a la línea de base previa a la pandemia de 2017-2019.